ANCLA|
Penetrando hasta dentro del velo, queda asegurada y firme
Las anclas usadas por
los antiguos se parecían algo en su forma a las modernas, como se puede ver en
algunas monedas. Cuando Pablo se dirigía a Roma, se precisó de cuatro anclas
para asegurar el barco (Hch. 27:29, 30, 40). El ancla se usa metafóricamente de
la esperanza puesta ante el cristiano; con esta ancla para el alma, penetrando
hasta dentro del velo, queda asegurada y firme. Es una gran exhortación para
los cristianos en Hebreos a tener nuestra mirada dirigida al cielo; el ancla de
nuestra esperanza se halla allí; no importa las tormentas que podamos afrontar;
la consumación de nuestra esperanza, si ha sido depositada en Cristo, es segura
(He. 6:19).
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