Daniel
Sinopsis
del Antiguo Testamento es un estudio sintético de cada uno de los libros del
Antiguo Testamento: Se examina el propósito de cada libro, quién fue el autor,
cuándo y a quiénes se escribió. Se identifica cuál es el mensaje de cada
libro y cómo se relaciona este con los demás. La meta de esta materia es
darle al alumno un concepto panorámico de la Biblia.
DANIEL: DE CAMINO AL FUTURO
por Ray C. Stedman
Casi todo
el mundo lee el libro de Daniel con un sentimiento de admiración y anticipación
porque este libro normalmente se considera un libro profético que nos anuncia
el futuro y esto es cierto. El libro de Daniel, juntamente con el de
Apocalipsis, expone de manera maravillosa los acontecimientos futuros tal y
como Dios los ha ordenado en el programa de la historia. Este libro no se ha
cumplido aún ni mucho menos, ni tampoco el de Apocalipsis. Estos dos libros,
uno de ellos del Antiguo y otro del Nuevo Testamento, se complementan el uno
con el otro de modo extraordinario en lo que se refiere a su simetría y su
armonía. El libro de Apocalipsis explica el libro de Daniel, que establece la
base del libro de Apocalipsis. Si desea usted conocer qué plan tiene Dios para
el futuro, es esencial que entienda usted este libro de Daniel.
Pero el
conocimiento acerca del futuro puede ser algo muy peligroso. Imagínese usted lo
que sucedería si alguno o todos nosotros poseyésemos la habilidad para saber lo
que iba a suceder durante los próximos días. Piense en la gran ventaja que nos
concedería eso en la bolsa, a la hora de comprar un seguro y en otros asuntos
prácticos de la vida. Dios no nos expone el futuro de manera general, , al
menos no de un modo detallado y por supuesto que no nos dice lo que va a
pasarle a una persona concreta en el futuro. Pero lo que sí nos muestra en las
escrituras proféticas es la tendencia general de los acontecimientos y a dónde
irá a parar todo esto. Cualquier persona que investigue este aspecto cuidadosa
y detenidamente, además de examinar lo que dicen las Escrituras, descubrirá
cosas que son importantes y que le serán de ayuda acerca de lo que está pasando
hoy en nuestro mundo. Todo lo que está sucediendo pasa conforme a los
propósitos que tiene Dios para la tierra. Todo lo que acontece terminará
exactamente tal y como Dios nos lo había anticipado. Podemos entender lo que
está sucediendo en nuestros días si sabemos en qué consiste el programa
profético. Dios ha tomado dos medidas de precaución en lo que se refiere a
desvelar el futuro. Para empezar ha envuelto estos pasajes proféticos en un
lenguaje simbólico y nos los ha transmitido en forma figurada. Por eso es por
lo que aparecen cosas extrañas en estos libros proféticos, extrañas bestias que
tienen varias cabezas y cuernos que salen de ellas, así como toda clase de
imágenes y de visiones indescriptibles. Lo mismo sucede con el libro de
Apocalipsis, en el que aparecen extrañas bestias con una combinación de
extraordinarias características.
Estas
cosas siempre han dejado a la gente perpleja. No es posible sentarse a leer el
libro de Daniel y el de Apocalipsis, leerlos enteros y entenderlos como si
estuviésemos leyendo una novela. Es preciso estudiarlos, tomando toda la Biblia
para interpretar los símbolos que aparecen en los libros de Daniel y de
Apocalipsis. Esta es una de las curiosas cerraduras que Dios ha provisto a fin
de evitar que las mentes curiosas se adentren en estos libros sin tener un
conocimiento adecuado del trasfondo de las Escrituras. No es posible entender
lo que sucede en estos libros sin saber antes mucho acerca del resto de la
Biblia. Estas cosas simbólicas son señales que han sido establecidas por Dios,
y señales que nos han sido dadas para que entendamos los hechos que de lo
contrario permanecerían ocultos. El plan de Dios con respecto al futuro está
oculto a nuestros ojos, hasta que dedicamos el tiempo necesario a entender
estas señales y estos libros están llenos de señales.
Una
segunda precaución que ha tomado Dios con respecto al libro de Daniel, y aun de
manera más especial con el de Apocalipsis, es que no nos introduce a la sección
profética de entrada, sino que primero hace que tengamos que leer seis
capítulos a fin de que podamos entender el carácter moral que requiere que
tenga el lector antes de que comience a tener sentido el plan profético. En
otras palabras, no es posible entender la última sección de Daniel a menos que
se haya vivido y entendido lo que implican los seis primeros capítulos. No hay
manera humana de entender lo que significa el programa profético a menos que
antes tengamos muy claro lo que quieren decir las lecciones morales de la
primera parte del libro. Aquí no es posible hacer trampa. No se puede leer de
cabo a rabo y a continuación pasar al plan profético con la esperanza de
entenderlo porque se encontrará usted con que no le encuentra ningún sentido.
Es preciso examinar muy detenidamente estos capítulos iniciales, pensar en
ellos y comenzar a actuar conforme a lo que dicen, experimentándolo, antes de
que el programa profético cobre vida. En eso consiste la gloria del libro de
Dios. No se puede entender solo de manera intelectual.
Puede
usted sentarse con un resume profético de los libros de Daniel y de
Apocalipsis, trazar esquemas y pasar tiempo explicando a la gente todo lo que
significan estas cosas y de qué modo el programa de Dios va a funcionar,
analizándolo hasta el más mínimo detalle, pero a menos que haya incorporado
usted estas lecciones de la primera parte del libro a su propia vida, no
encontrará en ellos nada que pueda enriquecer su vida.
El mismo
Señor Jesús deja esto claro en el discurso que pronunció en el Monte Olivet,
cuando sus discípulos le pidieron que nombrase las señales que habrían de venir
y cuál sería el símbolo de su regreso a la tierra. Jesús dijo: "Por tanto,
cuando veáis establecida en el lugar santo la abominación desoladora, de la cual
habló el profeta Daniel...entonces los que estén en Judea huyan a los montes...
(Mat. 24:15, 16) "Salid de la ciudad de Jerusalén, porque allí sucederán
cosas que afectarán enormemente a las personas que vivan en esa región.
Entonces habrá llegado el momento de huir de la ciudad, porque la gran
tribulación estará sobre vosotros.
Cuando
dijo: "cuando veáis establecida en el lugar santo la abominación
desoladora añadió en un paréntesis estas palabras "el que lea entienda. Es
decir, no leáis superficialmente el libro de Daniel, meditad detenidamente en
lo que dice. Examinad a fondo su mensaje. Es preciso que entendamos de qué está
hablando a fin de que podamos reconocer la abominación desoladora cuando
aparezca. Por eso es por lo que el Señor continua diciendo que el mundo, con su
enfoque superficial de la verdad, no entenderá lo que está pasando cuando se
diga "paz, paz, paz porque no habrá paz, sino que la destrucción repentina
caerá sobre ellos y serán arrasados como fueron arrasadas las gentes en los
días de Noe cuando vino el diluvio.
Todo esto
es una advertencia para que nos tomemos muy en serio lo que dice el libro de
Daniel y para que nos esforcemos en entender la estructura de este libro al
ahondar en él. Este libro se divide sencillamente en dos partes, como ya he
sugerido. Los primeros seis capítulos son una historia acerca del mismo Daniel
y sus amigos en la tierra de Babilonia, que era hombres fieles en un mundo
hostil.
Permítame
decirle que no hay ninguna sección de las Escrituras que sea de más ayuda a una
persona que esté intentando vivir la vida cristiana en un ambiente difícil, que
estos primeros seis capítulos de Daniel. Si está usted trabajando en una
compañía, rodeado de una multitud impía que cada dos por tres toma el nombre de
Dios en vano, que se ríe de las cosas de Dios, mostrando poco interés en lo que
Dios le está diciendo a la humanidad, entonces le sugiero que lea detenidamente
el libro de Daniel.
Los seis
primeros capítulos han sido escritos para ti si eres un adolescente que
estudias y estás constantemente rodeado por aquellos que parecen no tener el
menor interés en saber cómo es Dios o en las cosas de Dios. Daniel y sus amigos
eran ellos mismos adolescentes al principio de ser llevados cautivos por
Nabucodonosor y de ser trasladados a la tierra de Babilonia. Al comenzar su
carrera de fe, lo hicieron con una falta total de entendimiento de lo que era
la vida y con todas las inseguridades de los adolescentes en un ambiente
hostil. En los primeros seis capítulos el libro relata las presiones que
tuvieron que soportar al defender su fe en medio de un ambiente realmente muy
difícil.
En el
capítulo 1 los jóvenes se enfrentan con la necesidad de cambiar su dieta
alimenticia. Normalmente, no habría nada de significativo en ese hecho. Muchos
de nosotros podríamos soportarlo, posiblemente con frecuencia, pero a estos
jóvenes ya les ha dicho Dios lo que no deben de comer y precisamente aquellas
cosas que les ha dicho que no deben de comer son las que se les exige que coman
como prisioneros en el palacio del rey de Babilonia.
¿Qué
tenían que hacer al respecto? El rey era el tirano más poderoso que jamás haya
vivido en la tierra. La Biblia misma deja constancia de que no hubo ningún rey
antes de Nabucodonosor ni habría ningún otro rey después de él que pudiese
igualarle en autoridad. No había límite alguno a sus deseos porque su palabra
era ley.
Podía quitarle la vida a un hombre en cualquier momento. Más adelante,
durante su reinado, les quitó la vida a los hijos del rey de Judá mientras su
padre contemplaba cómo lo hacían y a continuación hizo que le sacaran los ojos
al padre. Otro hombre fue quemado en un fuego lento. Este rey era experto en
torturas. Por lo tanto, estos jóvenes adolescentes, que se enfrentan a esta
prueba, sabían que o bien se sometían a las exigencias del rey o se exponían a
perder la vida.
¿Qué
podían hacer? Sintieron toda la presión y escucharon todos los argumentos que
ya conocían y que actualmente puede oír cualquiera para que dejen de portarse
conforme a su fe. No hay duda de que oyen el argumento, bajo la forma que
adoptase en aquellos días. "Cuando estés en Roma haz como hacen los
romanos. "Todo el mundo lo está haciendo, ¿qué diferencia hace lo que
comas? ¿Qué pasa si os tomáis un bocadillo de jamón con los babilonios? ¿Qué
diferencia hay? Después de todo, se encontraban prisioneros en un país lejano a
su hogar y su ciudad había sido destruida. ¿Quién se iba a enterar, a quién le
iba a importar, lo que hiciesen?
Sienten
la presión, pero estos jóvenes se mantienen firmes y Dios los honra por ello.
Dios les concede la gracia de soportar a pesar de la presión ejercida sobre
ellos y, como resultado, son exaltado y colocados en posiciones de autoridad y
de responsabilidad en el reino. Hallamos en todo el libro la historia de la
presión repetida.
En el
capítulo 2 hallamos parte del motivo por qué estos jóvenes se tuvieron que
someter a esta clase de prueba. Se ve más claramente aquí, en la historia de la
gran visión en un sueño acerca del rey Nabucodonosor. Una noche el rey sueña
acerca de una gran imagen de un hombre que tiene un extraño cuerpo. Tenía la
cabeza de oro, los hombros de plata, la parte central del cuerpo de bronce, las
piernas de hierro y los pies de una mezcla de barro y de hierro, pero se olvida
de lo que ha soñado. Llama a los hombres sabios y les pide que les interprete
el sueño, pero también que le digan lo que ha soñado. (Me he preguntado con
frecuencia si este no fue el principio de la canción popular "dime lo que
has soñado y te diré lo que yo he soñado.) Los astrólogos, los adivinos y los
hechiceros de Babilonia son incapaces de encontrar la solución. Evidentemente,
si el rey no puede decirles lo que ha soñado, ellos no pueden inventarse una
interpretación, por lo que las vidas de estos hombres corren peligro.
Daniel se
encuentra en medio de aquella situación y una vez más el hombre de Dios se ve
presionado y amenazado de muerte si no se adapta.
Pero una
vez más el hombre de Dios sale airoso, como le sucede siempre que está
dispuesto a ser fiel y a obedecer a Dios a pesar de las presiones porque Dios
predomina en los asuntos de los hombres y la vida no la decide nunca las meras
presiones superficiales. El resultado que parece lógicamente inevitable al
enfrentarnos a una situación no es necesariamente el resultado que se producirá
si confiamos en un Dios invisible que gobierna los asuntos de los hombres y esa
es la gran lección de todo este libro. Lo encontramos maravillosamente
expresado por Daniel en su oración a Dios en el capítulo 2:
"¡Sea
bendito el nombre de Dios desde la eternidad hasta la eternidad! Porque suyos
son la sabiduría y el poder. El cambia los tiempos y las ocasiones; quita reyes
y pone reyes. Da sabiduría a los sabios y conocimiento a los entendidos. El
revela las cosas profundas y escondidas; conoce lo que hay en las tinieblas, y
con él mora la luz. (2:20-22) Si está usted en contacto con un Dios así, no
tiene usted que preocuparse por lo que esté haciendo la multitud. Porque ese
Dios puede ocuparse de usted y puede resolver su situación por muy imposible
que parezca. Esa es exactamente la historia de Daniel, repetida cinco veces
diferentes en los primeros seis capítulos.
Y Dios le
concede a Daniel y a sus amigos el privilegio de obligar al hombre más poderoso
de la tierra a reconocer el gobierno supremo de Dios. ¿Sabe usted que esta es
la postura que debiera adoptar todo cristiano en la actualidad? El mundo vive
con la idea de que no existe Dios, o que si existe no tiene ningún poder real
porque no hace nada, no cambia la historia, no afecta a las vidas humanas. No
participa en las situaciones para hacer una diferencia en ellas. Es un gran
anciano que está allá en el cielo, en alguna parte, que no afecta a nada de lo
que pasa aquí abajo. Esa es la filosofía del mundo.
Pero cada
creyente se encuentra en una situación en la que si anda de manera fiel, si
obedece a lo que Dios ha mandado a pesar de las presiones ejercidas sobre él,
se le concede el privilegio de abrirle los ojos a los hombres sobre el hecho de
que Dios existe, no está muerto, y está participando en los asuntos de los
hombres y tiene un poder con el que hay que contar.
En el
capítulo 3 encontrará usted el relato del horno de fuego. A los jóvenes se les
manda que se inclinen ante la imagen que Nabucodonosor ha erigido, pensando con
orgullo en la imagen que vio en el sueño que tuvo. Debido a que le fue dicho
que él representaba a la cabeza de oro, que era el rey más importante del
mundo, su orgullo hizo que se encumbrase, haciendo que se construyese una
imagen en la planicie. Era una imagen inmensa, tan alta como algunos de
nuestros cohetes que disparamos hacia el cielo, y toda la multitud está reunida
en la planicie, con estos tres hombres entre ellos.
Se les
ordena a todos que se inclinen y adoren a la imagen. A fin de animarles, se
construyó un gran horno de fuego al otro lado de la planicie, y se les dice que
si no se inclinan, allí es donde acabarán. Esa es una enorme presión para que
la tengan que soportar estos jóvenes y además tienen algunos estímulos más.
¡Hay una banda, y qué banda! Aquí se mencionan los instrumentos, que son una
corneta, una flauta, una cítara, una lira, un arpa, la zampoña y todo
instrumento de música y todo el mundo se inclinaba y adoraba a la imagen, a
excepción de estos tres jóvenes.
Cuando
son conducidos ante la presencia de Nabucodonosor, él les ordena que se
inclinen. Y entonces es cuando pronuncian estas maravillosas palabras:
"Oh, Nabucodonosor, no necesitamos nosotros responderte sobre esto. (3:16)
No están siendo impertinentes, lo que quieren decir es que no necesitan ningún
tiempo para pensarse la respuesta. "No necesitamos consejo, sabemos lo que
decir.
"Si
es así, nuestro Dios a quien rendimos culto, puede librarnos del horno de fuego
ardiendo y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no..." (3:17)
Estas son
palabras de fe: "y si no. "Nuestro Dios puede, pero no conocemos la
mente de Dios. Sus pensamientos son más altos que nuestros pensamientos y sus
caminos son diferentes a los nuestros. Puede que no lo haga, pero incluso
aunque no lo haga:
"...que
sea de tu conocimiento, oh rey, que no hemos de rendir culto a tu dios ni
tampoco hemos de dar homenaje a la estatua que has levantado." (3:17-18)
Estos son
jóvenes que han aprendido que hay cosas más importantes que hacer en la vida.
Es mejor estar muerto y ser obediente a Dios que estar vivo y ser desobediente
a él. Es mucho más provechoso a una persona interesada caminar con Dios al
precio de su propia vida, que ser desobediente a lo que Dios ha dicho. Dios
nunca le deberá nada a ningún hombre, por lo tanto, él les concede un gran
honor a estos jóvenes. Como resultado, salen del horno sin ni siquiera oler a
humo. Ya conocen la historia. ¡Qué relato tan extraordinario!
Y en el
capítulo 4 tenemos la conversión de Nabucodonosor. ¿Sabía usted que todo el
capítulo es el testimonio del rey más importante q ue jamás haya vivido y el
más grande tirano que jamás haya gobernado? Es la historia de cómo Dios
quebrantó el orgullo que tenía en su corazón, le humilló y le dejó guiarse por
su orgullo y el resultado fue el mismo que siempre se produce cuando las
personas se dejan llevar por su orgullo: la locura. Salió al campo y se puso a
comer la hierba de los campos durante siete años. Su trono fue conservado, pero
él se portó como un animal. Esto es lo que siempre le sucede al hombre que
prefiere caminar sin tener comunión con el Dios vivo. Se convierte en una
especie de animal, como una bestia, con la mente embrutecida y el rey
Nabucodonosor se volvió una especie de animal.
A
continuación el rey cuenta de qué modo le fue restablecida la razón por la
gracia de Dios y su palabra final en este capítulo es un gran testimonio de fe,
de cómo Dios le humilló y le hizo volver:
"Ahora
yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey de los cielos, porque todas
sus obras son verdad y sus caminos son justicia. El puede humillar a los que
andan con soberbia." (4:37)
¿Quién
hizo que llegase a esto? Humanamente hablando, fueron Daniel y sus amigos,
cuatro jóvenes que fueron usados por Dios para ganarse el corazón del rey más
importante del imperio más grandioso que jamás ha visto el mundo hasta hoy.
Veamos
ahora lo que dice el capítulo 5. Aquí tenemos la historia de la escritura sobre
la pared, la conocida historia del rey Belsasar. Observe cuidadosamente el
lujo, el libertinaje y la codicia de este reino, un reino que se estaba
degenerando y deteriorando, pero en medio de esa situación Daniel, que había
vivido en tres imperios, sigue siendo el primer ministro. Dios le usa para
interpretar la extraña figura de la mano que aparece y escribe en la pared, que
no es otra cosa que el juicio de Dios sobre aquel reino licencioso. Esto expone
claramente la tesis de este libro, que Dios está obrando e interviniendo en los
asuntos de los hombres y cualquier hombre que quiera ver más allá de las cosas
que se ven a las que no se ven, y actúe conforme a ello, se encontrará con que
Dios está con él, apoyándole y fortaleciéndole durante todo el camino, haciendo
que le alabe y le de gloria.
El
capítulo 6 trata acerca del foso de los leones y es la misma historia contada
de otra manera. Dario echa a Daniel al foso de los leones, pero Dios envía a su
ángel a cerrar las bocas de los leones y a Daniel le sacan de allí, habiendo
sido librado por la mano de Dios.
En el
capítulo 7 comienza la sección profética, comenzando con la visión de las
cuatro bestias. Resulta interesante que estas cuatro bestias cubran el mismo
período de tiempo que las cuatro divisiones de la imagen que había contemplado
Nabucodonosor en el capítulo 2. Esa imagen tenía una cabeza de oro, que simbolizaba
el reino babilonia; los hombros de plata, que simbolizaba el medo-persa; el
tronco de bronce simboliza el imperio griego y las dos piernas de hierro
representan las dos divisiones del Imperio Romano; y terminan por fin con un
reino deshecho, caracterizado por los pies de una mezcla de hierro y barro.
Este gran pasaje profético nos ofrece un compendio de los días de Daniel y va
incluso más allá de nuestros tiempos, al fin de los tiempos y al regreso de
Jesucristo. Porque mientras el profeta lo contempla, ve una piedra cortada sin
una mano golpear a la imagen en los pies, destruyéndola y se convierte en una
gran montaña que llena la tierra. Esto es claramente una imagen del imperio de
Dios y del regreso de Jesucristo.
En el
capítulo 7 tenemos, pues, a las cuatro bestias que representan a los mismos
reinos, pero desde el punto de vista de Dios. No son otra cosa que bestias que
gruñen, luchan y pelean unas con otras. Creo que el Dr. Scoffield hace notar
que todos los símbolos de las naciones modernas son representaciones de pájaros
o de bestias de presa. Nuestra propia nación está simbolizada por el águila,
que es un pájaro de presa. El imperio británico es un león, Rusia es un oso. El
profeta ve a estas naciones luchando juntas culminando con el poderoso reino de
un solo individuo sobre todo el mundo occidental.
A
continuación, tenemos en el capítulo 8 el movimiento de la historia occidental.
Se reúnen el carnero y el macho cabrío y esta es una imagen, como se nos dice
más adelante en el capítulo 11, de la conquista de Alejandro Magno y el
surgimiento del reino de los seleucidas en Siria, en oposición al de los
ptolomeos en Egipto. Estas dos familias ocuparon el centro de la historia
siglos después de esto, luchando entre Siria y Egipto, con la pequeña nación de
Israel entre medias. La batalla continua interminablemente y en la actualidad
Israel sigue siendo la nación en la que más guerras ha habido en la historia.
Han tenido lugar más batallas en la tierra de Israel que en ninguna otra parte
sobre la faz de la tierra y es precisamente en esa misma región donde habrá de
suceder la última gran batalla, la batalla de Armagedon, que aún ha de tener
lugar.
En medio
de todo esto, en el capítulo 9, encontramos la maravillosa oración de Daniel
que expresa sinceramente ante Dios lo que siente en su corazón, en la última
sección del capítulo, que es una de las más asombrosas profecías en toda la
Biblia: la profecía de las setenta semanas. Este es la guía de las profecías en
lo que se refiere a la nación de Israel. Nos ofrece el principio de lo que se
llama "el gran paréntesis, Dios ha interrumpido su programa por amor a
Israel y ha colocado entre la primera y la segunda venida del Señor Jesús la
época en la que actualmente vivimos.
Este
período indeterminado, que ya ha durado más de novecientos años, se produce
entre la semana sesenta y nueve de años y la setenta de la profecía. La semana
setenta, una semana de siete años, todavía está por cumplirse con respecto a
Israel. Al leer sobre ello, verá usted que eso es lo que llama el libro de
Apocalipsis y otros pasajes proféticos "la gran tribulación el tiempo de
la aflicción de Jacob. Y esto aún no ha sucedido, ha sido interrumpido al
llegar a la semana sesenta y nueve y está todavía por cumplirse.
El
capítulo 10 presenta las cosas invisibles, que se ocultan tras las cosas que se
ven. Esta es otra gran revelación del gobierno soberano de Dios en los asuntos
de los hombres y es la explicación de los acontecimientos de la historia. ¿Qué
es lo que causa todo lo que sucede actualmente? Hay fuerzas invisibles que
están operando y estas fuerzas son claramente reveladas a Daniel aquí.
El
capítulo 11 es uno de los capítulos más asombrosos de la Biblia por el hecho de
contar profecía que, en gran parte, se ha cumplido ya con todo detalle. En el
se anuncia la lucha entre el rey de Siria y el de Egipto, que tuvo lugar
después de los tiempos de Daniel. Esto se ha cumplido, tanto desde el punto
profético como el histórico. Estos acontecimientos históricos se describen con
todo detalle y abarcan trescientos o cuatrocientos años de historia. Puede
usted ver que las profecías se han expuesto exactamente conforme al patrón que
sigue en la historia. Entre otras personas muy destacadas, aparece Cleopatra en
este capítulo, hablando sobre ella de manera profética.
Cuando
llegue usted al capítulo 11, versículo 36, verá que se produce una interrupción
notable. La introduce el versículo anterior, en el que el ángel le dice a
Daniel:
"Algunos
de los sabios caerán para ser purificados, limpiados y emblanquecidos hasta el
tiempo señalado; porque aún no hay plazo para estos." (11:35)
Aquí
comienza un pasaje que trata acerca de la semana septuagésima de Daniel que
todavía está por cumplirse, el tiempo del fin, los últimos días, el arreglo
definitivo de los reinos de la tierra justo ante del regreso de Jesucristo.
Este asombroso pasaje predice una invasión de Palestina y una contra invasión
de Egipto en el sur y a continuación la reunión de dos grandes ejércitos en la
tierra de Israel y finalmente la destrucción de estos ejércitos en las montañas
de Israel. Esto también se describe claramente en los capítulos 38 y 39 de
Ezequiel y en el segundo capítulo de Joel y hallará usted además otras
referencias proféticas sobre ello.
El
principio del capítulo 12 nos presenta el más importante acontecimiento de la
historia que todavía no se ha cumplido: la venida de Jesucristo. Aquí no se
menciona como tal, pero esto es lo que oye Daniel:
"En
aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está del lado de los
hijos de tu pueblo [Israel]. Será tiempo de angustia, como nunca fue desde que
existen las naciones hasta entonces. Pero en aquel tiempo tu pueblo será
librado, todos aquellos que se encuentren inscritos en el libro." (12:1)
A esto
sigue una resurrección:
"Y
muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para
vida eterna y otros para vergüenza y eterno horror." (12:2)
Y el
juicio final de Dios:
"Los
entendidos resplandecerán con el resplandor del firmamento; y los que enseñan
justicia a la multitud, como las estrellas, por toda la eternidad." (12:3)
...a
continuación se le da a Daniel una señal de cuándo habrá de suceder esto:
"Pero
tú, oh Daniel, cierra las palabras y sella el libro hasta el tiempo del fin.
Muchos correrán de un lado para otro y se incrementará el conocimiento."
(12:4)
Muchos
eruditos bíblicos entienden que esto es una indicación de que al acercarnos a
los tiempos del fin, los transportes y el conocimiento aumentarán rápidamente
de la misma manera que ha sucedido en nuestro propio tiempo.
Hay una
cosa más que es importante en relación con este último capítulo. Daniel hace
ciertas preguntas al ángel que le ha revelado esto, y entonces se le da a
entender dos grandes principios que operan en la vida humana. Usted y yo oímos
con frecuencia a personas que discuten sobre lo que está sucediendo en el mundo
con comentaristas de los periódicos y otras personas que están constantemente
presentándonos informes de cosas terribles. La gente dice con frecuencia:
"¿Qué está pasando? ¿Está el mundo yendo de mal en peor o va cada vez
mejor?
Por un
lado, oirá usted a personas describir cosas de tal modo que usted tenderá a
decir: "la verdad es que el mundo va de mal en peor. Entonces alguien
contesta: "No, no es así. Tenga usted en cuenta esto y lo otro. Estoy
convencido de que el mundo está mejorando. Estamos progresando. Pero el libro
de Daniel deja perfectamente claro que nunca entenderemos la palabra y la obra
de Dios hasta que no creamos en estos dos principios. Porque en el versículo diez
del capítulo 12 se le dice a Daniel:
"Muchos
serán limpiados, emblanquecidos y purificados [lo bueno mejorará]; pero los
impíos obrarán impíamente y ninguno de ellos entenderá [pero el mal empeorará];
pero los sabios, sí entenderán." (12:10)
Jesús
dijo que la buena semilla había sido sembrada, pero el enemigo había venido y
había sembrado cizaña entre el trigo. "Dejad que ambos crezcan juntos dice
"hasta la cosecha. (Mat. 13:30) Creo que esto es ciertamente verdad en la
historia. En la actualidad el mal es peor de lo que jamás lo ha sido. Es más
sutil, más demoniaco, más satánico, más difícil de detectar de lo que jamás lo
ha sido en la historia humana, pero el bien es además mejor de lo que lo ha
sido antes, el bien es más poderoso. Su efecto sobre la sociedad humana en
relación con el mal que la rodea es superior a lo que jamás ha sido.
Estos dos
principios están actuando en la sociedad humana, pero ninguno de los dos
vencerá al otro. El bien no va a ser tan triunfante que el mal acabe por
desaparecer, como se creyó al comienzo de este siglo. Ni tampoco va a ser el
mal tan poderoso que acabe por desaparecer el bien. Ambos terminarán
enfrentándose en un gran conflicto, y en toda la Biblia ha quedado constancia
de que en un momento concreto de la historia Dios volverá a intervenir en los
asuntos humanos. Acerca de esta confrontación definitiva de la sociedad humana
se le dice a Daniel:
"¡Bienaventurado
el que espere y llegue hasta 1.335 días! Pero tú, continúa hasta el fin, y
descansarás y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días."
(12:12-13)
Aquí
tenemos palabras proféticas de Helmut Thielicke, catedrático y director de la
Universidad de Hamburgo en Alemania.
Puede que
nosotros los hombres hagamos lo que queramos. Puede que venga Nabucodonosor (y
Genghis Khan y Mao Tse-tung) pero ninguno de ellos puede dar al traste con los
planes de Dios, sino más bien cumplirlos, incluso en contra de la voluntad de
estos hombres. Aunque lo que escuchamos en la actualidad son tonos menores y
melancólicos, lo que se sigue interpretando aún es la sinfonía de Dios y se
interpretará hasta el final. Es posible que los tonos individuales crean
saberlo todo, puede que quieran imponerse y hacer las cosas a su manera, pero
todos ellos han sido compuestos para formar parte de una partitura en la que
solo Dios manda y en la que todo se escucha desde el punto de vista celestial,
y que tiene su sucesión en los tonos de Dios que concluyen con este acorde
final. Los ricos del mundo se encuentran en el proceso de ir, pero el reino de
Dios está en proceso de venir. No crea usted para nada que sea posible que haya
nadie que se pueda librar de servirle, aunque renuncie diez veces a Dios.
Incluso en la extrema perversión de la autoridad, como en la tiranía de un
estado totalitario, los hombres se ven obligados, a pesar de ellos mismos, a
conservar el remanente del orden establecido por Dios y nunca conseguirán, de
manera consistente, endemoniar o arruinar su mundo. Dios dice: "Yo que
tengo el poder de todo el mundo y el espacio, ¿no seré capaz de cercar tu vida
insignificante, de escuchar a tus preguntas, tus quejidos y desenredar las
enredadas madejas de vuestras amenazas?
Nº de Catálogo 227
Daniel
27 de Febrero, 1966
Vigesimoséptimo Mensaje
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