miércoles, 5 de octubre de 2016

Libro de Proverbios



Libro de  Proverbios


Por Arturo Pérez
 
 
Introducción

Francis Bacon dijo en una ocasión que “se descubre el genio, el ingenio y el espíritu de una nación en sus proverbios”. Los proverbios escritos en la Palabra de Dios muestran que la nación de Israel tenía como Rey al único y sabio Dios.

I- Síntesis del libro de los Salmos

A. Nombre

1. Nombre hebreo:

En 3 ocasiones el libro menciona que esos eran los “Proverbios de Salomón”, y de ahí el nombre del libro (1:1; 10:1; 25:1).

El título hebreo de este libro es Mišelēy Šelōmōh, o “los Proverbios de Salomón. La palabra “proverbio”, en hebreo, es mãšãl, que proviene de una raíz que significa “paralelo” o “similar”; de ahí que el proverbio es una “descripción a manera de comparación”.

“Mashal”, que significa “comparación”, “similitud”, o “ilustración”, es la primera palabra de este libro.

Sin embargo, no debemos pensar que los proverbios no existían antes de Salomón, ya que vemos en los libros históricos que antes de Salomón se decían dichos sabios. Por ejemplo, en 1Samuel 24:13 se cita un proverbio de los antiguos que hasta ese momento no era “inspirado”. O en el libro de Job, cuyo evento sucedió 1000 años antes que Salomón, leemos algunos dichos proverbiales de los antiguos.

La verdad pertenece a Dios. Toda la sabiduría del mundo, toda la colección de dichos sabios que encierran verdad, por definición proceden de Dios, porque Dios es veraz, de él proviene el conocimiento. Sin embargo, los únicos refranes conocidos que son inspirados por el Espíritu de Dios son los citados o registrados en la Escritura.

Los proverbios son una forma de construcción literaria muy popular entre los orientales. Mucha gente de la época no conocía la escritura y los manuscritos eran escasos. Así que los proverbios tenían la virtud de encerrar grandes enseñanzas expresadas concisamente para fortalecer la educación oral de aquel tiempo. La mejor forma de enseñar era con enunciados simples y precisos pero de gran profundidad que fueran fáciles de recordar. Se probaba la habilidad religiosa por la memorización de los proverbios.

En el tiempo de Cristo, él mencionó un par de “refranes” tales como “médico, cúrate a ti mismo” (Lc.4:23) y “no hay profeta sin honra sino en su propia tierra” (Mat.13:57).

De igual manera Pablo citó un par de dichos de la sabiduría del mundo que el Espíritu quiso registrar en la Palabra de Dios, por ejemplo “las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres” (1Co.15:33); o cuando citó uno de los poetas “porque linaje suyo somos” (Hch.17:26-29).

2. Nombre actual: “Proverbios”, se deriva de las menciones en el libro (1:1; 10:1; 25:1)

El diccionario Larousse define un proverbio como una “máxima expresada con pocas palabras, y de uso popular”. El diccionario Vox lo define como una “sentencia, adagio o refrán”.

B. Autores, Fecha de escritura y Años que Cubre.

Autores
  • Salomón (Pr.1:1; 10:1; 25:1; 1Re.4:31-32)
  • “Hombres sabios” (22:17)
  • “Varones de Ezequías” (25:1)
  • Agur (Pr.30:1)
  • Lemuel (Pr.31:1)

De todos los autores que menciona el libro, Salomón es el que realmente conocemos, y de quien se dice (1Re.4:31-32) “pronunció” 3,000 proverbios. Salomón es mencionado en tres referencias dentro del libro de Proverbios, pero esto no significa necesariamente que Salomón haya sido el autor o compositor de todos los proverbios, sino que de la antología de proverbios que hoy conocemos, Salomón compiló algunos propios y otros ajenos, siendo esta obra concluida en el tiempo de Ezequías (Pr. 25:1).

Fecha de escritura y Años que cubre
Partiendo de la premisa de que la mayoría de estos Proverbios fueron “coleccionados” por Salomón y terminados de compilar en el tiempo del rey Ezequías (Pro.25:1), tenemos un rango de fechas desde el tiempo de Salomón hasta el tiempo de Ezequías, esto es, desde el 950 al 700 a.C., unos 250 años.

C. Tema central.

Al igual que el libro de Salmos, no consiste en una estructura lógica que elabora una idea o secuencia con un tema central en mente. Más bien se trata de una colección de refranes sabios inspirados por el Señor, los cuales abarcan diferentes temas, tales como la verdadera sabiduría; el contraste entre el sabio y el necio; el destino fatal de la fornicación; el uso del tiempo; el trabajo; la prudencia; las riquezas; la amistad; etc., etc.

En fin, podríamos proponer una definición para explicar de qué trata el libro de Proverbios: “Dichos sabios acerca de los asuntos prácticos de la vida cotidiana enfatizando el tema del Señor”.

  • Palabras claves:
    • “Sabio, sabiduría – 119 veces
    • Instruir; instrucción – 26 veces
    • “Hijo mío” – 22 veces (ejemplo, 1:8,10; 21; 3:1; 4:1; 5:1). Estas frecuentes referencias al “hijo mío” enfatizan el deber de instruir a los jóvenes y guiarlos a una vida sabia, basada en el temor de Dios.

  • Textos claves: Pr.1:7; 9:10.

D. Propósito
  • La función primordial del libro de Proverbios es docente; enseñar sabiduría práctica a la gente y especialmente a los jóvenes que están entrando al mundo adulto. El libro de Proverbios establece este propósito para su escritura: “para entender sabiduría y doctrina” (Pr.1:2-7).
    • Comunicar sabiduría e instrucción;
    • Ayudar a comprender palabras llenas de sentido;
    • Hacer sagaces a los jóvenes inexpertos;
    • Darles conocimiento y reflexión;
  • Relacionado con lo anterior, el libro de Proverbios tiene como propósito enseñar que “la sabiduría no consiste en la contemplación de los principios abstractos que gobiernan el universo, sino en una relación de conocimiento reverente de Dios que se traduce en una conducta acorde con tal relación en situaciones concretas.”
  • En fin, el libro de proverbios ejercita al lector en la sabiduría que consiste en el temor a Jehová. El temer al Señor nos hace conducirnos de la manera más adecuada en cada ocasión.

E. Bosquejo o Agrupaciones de los Proverbios.

Al igual que el libro de los Salmos, este libro no tiene una secuencia al estilo de la prosa, que comienza en un punto de partida y concluye con mensaje final, sino que más bien se trata de una colección de refranes, coleccionados y agrupados a lo largo de un período de mil años, desde el tiempo del rey Salomón hasta los días del rey Ezequías. Sin embargo, los estudiosos de este libro han observado ciertas secciones que ellos han tratado de delimitar a manera de bosquejo:

I. Título (1:1)
II. Introducción (1:2-6)
III. Las súplicas de la sabiduría (1:7 – 8:18)
IV. Conclusión con respecto a la sabiduría (9)
V. Proverbios prácticos de Salomón (10 – 22:16)
VI. Las Palabras del Sabio (22:17 – 24:34)
VII. Proverbios de Salomón, copiados por los escribas de Ezequías (25 – 29)
VIII. Palabras de Agur (30)
XIX. Palabras de Lemuel (31).

Podríamos resumir aún más este bosquejo en 3 secciones principales:
  • Capítulos 1 – 9: El tema de la sabiduría.
  • Capítulos 10 – 24: Reglas generales de la vida.
  • Capítulos 25 – 31: Edición de los varones de los escribas de Ezequías; y las palabras de Agur y Lemuel.

1. Capítulos 1 – 9: El Tema de la Sabiduría.

a) Trata la conducta de los años de juventud del hombre. (Se repite la frase “Hijo mío”).
            i) Se mencionan los peligros más comunes a esa etapa dibujando gráficamente los pecados más fácilmente cometidos durante este tiempo.
            ii) El proverbista usa toda la elocuencia posible, figuras del lenguaje, ternura en la expresión, argumentación lógica, y todo esto con el propósito de ganar al ingenuo joven para la virtud y la piedad y llevarlo a cumplir sus deberes hacia Dios y hacia los hombres.
            iii) En ese contexto la sabiduría se presenta como un árbol de vida lleno de deliciosos frutos, de sombra y protección para aquellos que se acercan a él.
            iv) se personifica la sabiduría como una guía elocuente que levanta su voz en advertencia en las calles y cuadras de la ciudad denunciando al joven los peligros a los cuales está expuesto, exhortándolo a abandonar el camino de los necios y tomar el camino de los justos.

2. Capítulos 10 – 24: Reglas generales de la vida.

a) Su estilo y su tema es diferente a la sección anterior.
b) Proverbios compuestos en su mayor parte para personas que han pasado de la juventud a la madurez, con excepción del 22:17 al 24:34.
c) En general, expresan máximas o reglas cortas de la vida.
d) Se hace un contraste continuo entre el justo y el impío; el bien y el mal.

3. Capítulos 25 – 31.

a) Los cinco primeros capítulos son editados por los escribas del reino de Ezequías.
b) Las Palabras de Agur, capítulo 30.
c) Las Palabras de Lemuel, capítulo 31.

El contenido de los Proverbios se refiere mayormente a las relaciones personales con Dios y con nuestro prójimo, como vecinos, como empleados, en el uso del tiempo, etc. Es comparar nuestra conducta con la del sabio o el insensato. A continuación algunos ejemplos de temas que podemos encontrar algunos proverbios relacionados.

  • La Sabiduría: 1:3-7; 2:5; 3:5-6
  • La Familia:
    • Los esposos Se deben fidelidad conyugal: 2:17; 5:9-23; 6:20,26,32-35.
    • La sabiduría de la esposa es importante para estabilidad del matrimonio: 14:1
    • Los padres deben disciplinar a sus hijos con la vara: 13:24; 23:14; 19:18; 22:15
    • Los hijos deben obediencia a los padres: 1:8,9; 6:20,21; 13:1; 15:20; 19:26; 20:20; 23:22; 28:24; 30:17.
  • El buen amigo:
    • La constancia del buen amigo: 18:24; 17:17; 27:10
    • Su amonestación: 27:6; 29:5; (no como David con su hijo – 1R.1:6; 28:23)
    • Su consejo: 27:9.
    • Su tacto: Respeto por los sentimientos del otro, 25:17; 27:14; 25:20; 26; 18-19).
  • Las malas compañías: 1:10-19; 4:14-19; 13:20; 24:12.
  • El poder de las palabras:
    • Cómo calan en los demás: 6:14b; 10:11;12:18,25; 16:24, 28a; 18:8,21.
    • Destruyen o edifican: 11:9; 10:21
    • Deben ser honestas, verdaderas o justas: 16:13; 24:24-26
    • Deben ser pocas: 17:28; 13:3; 11:12-13; 10:19; 17:27ª
    • Deben ser mansas: 17:27; 18:13; 15:1; 25:15
    • Deben ser oportunas: 15:23; 25:11
  • Conducta licenciosa: 2:16-19; 5:3-30; 6:23-25; 7:6-27; 22:14; 23:27,28.
  • Falsedad: 6:17; 11:1-3; 12:13,14,17-22; 14:25; 19:5-9; 20:17; 21:6; 26:24-28.
  • El perezoso: 6:6-11; 12:24; 13:4; 15:19; 19:24; 21:25; 24:30-34; 26:13-16.
    • No comienza nada: 6:9-10
    • No termina nada: 19:24; 26:15
    • No hace frente a nada: 22:13; 20:4
  • La intemperancia: 20:1; 23:2, 3, 29-35; 31:4-6.
  • Contención: 10:12; 12:18; 13:10; 15:1-4,18; 16:27,28; 18:6-8; 21:9,19; 28:25.
  • La mujer virtuosa: 31:10-31.

Los proverbios muestran los principios universales que Dios ha dado a la humanidad los cuales rigen las causas y consecuencias del orden social. Por ejemplo, tenemos la ley de la siembra y la cosecha, tomado del principio de la agricultura de que “tú cosecharás mañana lo que siembres hoy”. Así también en tu vida práctica, si perdiste el tiempo y no sembraste nada, llegarás a la vejez en pobreza, ya sea económica, social, o espiritual. Es un principio básico e inalienable. Es como la ley de la gravedad, no podemos escapar de ella, así es la ley de la siembra y la cosecha.

De la misma manera, todos estos temas que aparecen en Proverbios son dados a nosotros para que aprendamos por la experiencia de “hombres sabios” que basan su sabiduría en el consejo de Dios.

III. Lecciones Aprendidas.

A. Dios es la única fuente de la sabiduría así que debemos validar con la Palabra de Dios si nuestra vida está alineada con la vida que nuestro Hacedor desea que vivamos.
·        Los hombres considerados más sabios de la historia (por ejemplo, José hijo de Jacob, Salomón, Daniel, etc.) han reiterado que es Dios la fuente de la sabiduría (Gn.41:15, 38; 1Re.3:12; Dan.1:19-20; 2:20,28).
·        Es interesante que esta es la conclusión a que el mismo Salomón, que fue dotado de inteligencia, que tuvo todas las riquezas, todo el poder del mundo, y que no privó sus ojos de nada. Pero al final de sus días, se dio cuenta que todo esto era vanidad, y que no había otro fin que pudiera satisfacer el alma del hombre que vivir su vida en la esfera de Dios. Esto es vivir sabiamente, y comienza se resume, por temer a Dios.
·        El propósito de nuestra vida en la tierra no es “ser felices”, sino “glorificar a Dios”. Pero esto no significa que Dios quiere que hagamos un voto de tristeza para agradarle, eso es lo que la religión falsa proclama, “sacrificio para obtener salvación”. No se trata de esto, pero cuando somos faltos de sabiduría interpretamos la disciplina de la piedad como un “sacrificio”. Dios quiere que seamos felices, pero nos diseñó de tal manera que solo somos felices cuando lo adoramos y obedecemos. ¿Quieres realmente tener una vida fructífera y abundante en el sentido económico, en el sentido social, en el espiritual, etc.? Teme a Dios y guarda sus mandamientos, ese es el “comienzo” para el conocimiento o la sabiduría. Aclaro que el temer a Dios no es un pasaporte para ser rico, ni para llevarse bien con todo el mundo, porque todo esto depende de la soberanía de Dios y su providencia. Pero podemos garantizar por la Palabra de Dios, que quien practica la justicia cosechará la justicia, sea en esta vida o en la venidera.

B. Aprendemos el énfasis que Dios hace sobre el deber de los padres para instruir a sus hijos y guiarlos a una vida sabia, basada en el temor de Dios.
·        ¿Qué tanto te ocupas de instruir a tus hijos?
·        ¿Qué tanto tiempo apartas para instruirlos en la Palabra? Su edad no importa, porque aquí en Proverbios vemos a un padre advirtiendo sobre la fornicación y la borrachera, actividades que necesariamente tendrían que ser impartidas a hijos mayores de edad.
C. La ley de siembra y cosecha se manifiesta de manera práctica en Proverbios.
  • Si dejas de sembrar la buena semilla en tu vida, como el perezoso, no cosecharás nada bueno.
  • Si desprecias la sabiduría y el temor al Señor, al final terminarás en la justa condenación del infierno.
  • Si rehúsas el corregir con vara a tus hijos ahora que sus corazones son tiernos y moldeables, mañana llorarás lágrimas amargas. Mejor lloremos ahora por la pena de castigarlos con misericordia antes que llorar mañana cuando caigan en las manos de la justicia.
  • Si decides fornicar en lugar de conservarte puro hasta el matrimonio vas a cosechar las consecuencias aunque te arrepientas. (Salmo 1)
  • Si decides adulterar y echar a perder la relación que Dios te ha dado con tu esposa y tu familia, tarde o temprano cosecharás tu infidelidad, aunque te arrepientas.
  • Si decides desobedecer a tus padres, yo te garantizo que si llegas a adulto te arrepentirás amargamente por tu desobediencia. Nunca he visto un adulto diciendo “mis padres estaban errados en los consejos que me dieron”.
  • Si decides


D. Recomendación: Leer un capítulo de Proverbios de acuerdo al día del mes. Son 31 capítulos, como días del mes. Espiritualmente es muy saludable leer un capítulo de Proverbios cada día.

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